¡Historia de la semana!
Esta semana les traemos la historia de Amy Winehouse. Compositora y cantante de soul británica que fue
una de las grandes figuras en la historia reciente del género. Dotada de
portentosas cualidades vocales que la llevaron a un vertiginoso éxito,
Amy Winehouse arrasó en la entrega de los premios Grammy de 2008 al
obtener cinco de los seis galardones a los que optaba el segundo álbum
de su discografía, Black to black, uno de los mejores discos de
la década. Víctima de la adicción a las drogas y al alcohol y de su
propia personalidad autodestructiva, la cantante falleció prematuramente
tres años después, cuando ya había prácticamente arruinado su carrera.
Del suburbio de Southgate, Amy pasó a vivir en East Finchley cuando sus
padres se divorciaron amistosamente en 1993. Por recomendación de la
abuela Cynthia, a quien llamaban Nan, Amy se matriculó en la escuela de
teatro de Susi Earnshaw, en Barnet. A pesar de que la expresión corporal
se le daba bien, y de que se le auguraba futuro como bailarina, en la
cabeza de Amy había una sola obsesión: triunfar como cantante.
Frank (titulado así en honor a Frank Sinatra)
fue el primer álbum de Winehouse. Aparecido en 2003, tuvo un éxito
notable: disco de platino, fue nominado a los premios Mercury Music y
ganó un Ivor Novello Award en 2004 gracias al single Stronger than me.
Con el dinero recaudado, lo primero que hizo fue comprarse un piso en
el barrio que más le gustaba, el de Camden. ¿Qué podía hacer una joven
de veinte años, con recursos económicos, una incipiente propensión a los
excesos y una casa para ella sola en uno de los barrios más bohemios de
la City? De momento, mantuvo una sospechosa simultaneidad entre su
antiguo novio Tyler, un amigo íntimo de personalidad quebradiza llamado
Chris y otro oscuro compañero de fiestas que pronto se convertiría en el
amor de su vida: Blake Fielder-Civil.
Muchos dicen que fue Pete Doherty, cantante de The
Libertines y compañero de Kate Moss, quien ejerció de nefasto cicerone
de la joven por los locales más peligrosos de Camden. En esos años Amy
tuvo libre acceso a las drogas y al alcohol. Compartía piso con su
primer novio, pero iba adueñándose de ella una fascinación creciente por
el problemático Blake, con quien inició un romance. "Necesito tener
problemas para sentir mi fuerza creativa", aseguró Amy al respecto.
Alternando períodos de anorexia y bulimia, bebiendo cada noche y
saliendo sin parar, Amy parecía alimentarse de su propia desgracia para
salir adelante. Siendo aún su manager, Nick Godwyn alertó a los padres
de la cantante del peligro que corría si no se la alejaba de su
desordenado modo de vida. La respuesta de Amy fue una violenta negativa a
dejarse ayudar.
La relación
con Blake se deterioró; Amy Winehouse presentó en 2009 una demanda de
divorcio y siguió rodando por la pendiente del alcohol y las drogas,
protagonizando un escándalo tras otro. En junio de 2009 fue juzgada por
agredir a una fan; en agosto de 2010, su conducta en un acto de
inaugarición oficiado por el rey de los Zulúes fue vergonzosa; a ello
deben sumarse las ocasiones en que, víctima de los paparazzis,
aparecieron en la prensa fotos suyas en estado de embriaguez. Ya en
2011, un mes antes de su fallecimiento, se presentó completamente
drogada a un concierto en Belgrado, protagonizando un espectáculo
bochornoso que obligó a cancelar el resto de la funciones. El 23 de
julio de 2011 fue hallada muerta en su apartamento, en el barrio
londinense de Camden. Como otras leyendas de la música, tenía 27 años.
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